marzo 16, 2009

QUINTO ASUNTO: LA APOCALÍPTICA EN EL NUEVO TESTAMENTO

El Apocalipsis de Juan no es el único texto apocalíptico que encontramos en el Nuevo Testamento, aunque sí el que mejor conserva los rasgos propios de la apocalíptica, debido a que su temática es, de un modo o de otro, escatológica.
Hay otra serie de porciones apocalípticas en el Nuevo Testamento, pero no llegan a abarcar la totalidad de ningún libro. En sí, son fragmentos que, o bien fueron incorporados a un texto más amplio en cuanto a sus temáticas, o bien fueron pasando por un proceso de desarrollo similar al del Apocalipsis de Juan, aunque al no ser textos específicamente escatológicos, llegaron a una versión final mucho más variada respecto a los tópicos tratados.
Los fragmentos apocalípticos más destacados en el Nuevo Testamento los hallamos en tres de los cuatro evangelios, y en cuatro de las llamadas Epístolas Universales o Católicas. En el caso de los evangelios, nos referimos a los Sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas); en el de las epístolas, a Judas, las dos atribuidas a Pedro y Hebreos. Además, habrá algunas consideraciones que hacer sobre la Epístola de Santiago, así como a ciertas expresiones escatológicas en las Epístolas de Pablo.
Al abordar este tema, daremos pie a varios aspectos que van a requerir de un análisis específico, a partir de las implicaciones que se derivan de constatar que el Nuevo Testamento está impregnado de apocalipticismo.
Los puntos a considerar son, en general, los siguientes:
1. Ya hemos visto que la apocalíptica fue un género surgido dentro del contexto de una secta radical, nacionalista, mística y profundamente anti-romana. ¿Qué vínculo hubo entre los primeros cristianos, o Jesús mismo, y los Esenios-Qumranitas?
2. El Nuevo Testamento no ofrece una ideología homogénea. Así como hay porciones apocalípticas, también hay porciones que expresan puntos de vista antagónicos. ¿De dónde vienen, y cómo llegaron a quedar integradas en el mismo Texto Sagrado del cristianismo junto con las porciones apocalípticas?
3. Así como hay diferentes tendencias en los textos del Nuevo Testamento, ¿podemos hablar de diferentes tipos de seguidores de Jesús, aún desde la época de la Iglesia Primitiva?
Habrá que comenzar, por lo tanto, desde lo más básico: la figura de Jesús de Nazareth. Para ello, recurriremos a tres libros que difícilmente pueden ser considerados como históricos, ya que su principal característica es que abordan la vida de Jesús desde una interpretación teológica. Sin embargo, nos ofrecen una ventaja: es evidente que dichos textos están basados en un mismo original.
Nos referimos, naturalmente, a los Evangelios Sinópticos: Mateo, Marcos y Lucas.
¿Por qué no recurrimos para el estudio histórico de Jesús al evangelio de Juan? Porque no ofrece las mismas ventajas historiográficas que los sinópticos. Llegado el momento, también analizaremos algunos aspectos relevantes del cuarto evangelio, ya que ofrece muchas respuestas a las preguntas que van a ir surgiendo alrededor de este complejo asunto.
Por el momento, empecemos con una revisión de los aspectos más relevantes de los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, su importancia para reconstruir al Jesús Histórico, y sus vínculos con la Literatura Apocalíptica.

1 comentario:

  1. Al final no dice exactamente que es apocalipsis ni da ejemplo

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